La denominada la “Prehistoria de los Derechos Humanos”, es
una línea de investigación que busca encontrar los antecedentes más lejanos de
los actuales conceptos y nociones esenciales de los derechos humanos, tales
como el derecho a la vida, a la dignidad o a la libertad. Las fuentes que
habitualmente se utilizan para realizar la interpretación de esos lejanos
hechos provienen de las obras de filosofía y de derecho, escritas
principalmente por las antiguas civilizaciones del mundo occidental.
Sin embargo, como lo anota acertadamente el jurista peruano
Aleksandar Petrovich, es cuestionable que actualmente estas fuentes se manejen
como las únicas que pueden proporcionar los “hechos prehistóricos” de lo que
hoy se llaman derechos humanos, desconociéndose que también existen otras
fuentes históricas, quizá de la misma importancia y nivel que las occidentales,
que pertenecen también a las denominadas altas civilizaciones del mundo antiguo
y que parecen quedar excluidas sistemáticamente de estos estudios. Tales
podrían ser los casos de la Musulmana, la China, la India, la Mesoamericana y
la Andina Suramericana.
Específicamente en el caso de la Civilización Andina, las
reflexiones de Petrovich nos llevan a recordar que ésta tiene un lugar especial
en la “prehistoria de los derechos humanos” ya que durante los siglos XVI y
XVII sus instituciones sociales, políticas y jurídicas sirvieron de contexto,
marco y argumento para que algunos teólogos y juristas de la Escuela Española,
Escuela de Salamanca o Escuela Española de Derecho Natural, gestasen nuevas
ideas sobre los “derechos básicos naturales” . En este contexto, podría subrayarse que el Derecho Consuetudinario
Andino facilitó la formación conceptual iusnaturalista de los derechos humanos
y contribuyó, conjuntamente con la rica experiencia gestada en mesoamérica, a
la creación de lo que hoy se llama “Doctrina Española de los Derechos Humanos”, tal como se analiza en el siguiente artículo.