Como se sabe, las recientes
investigaciones arqueológicas indican que el imponente complejo arqueológico de
Cajamarquilla tuvo un largo proceso de desarrollo, quizá atípico para otras
formaciones urbanas en el contexto andino. Así, la construcción de esta urbe
costeña correspondió a la época de la expansión de las instituciones estatales
de la sociedad Lima durante las primeras centurias de la era cristiana. Luego,
entre los siglos VII y VIII sobrevino una etapa de decadencia en el marco de
una serie de severos eventos climatológicos coincidente con el éxito
expansionista Wari en la sierra sur. Finalmente, todo parece indicar que esta
milenaria urbe costeña retomó la última parte de su desarrollo a partir del
siglo XI durante el apogeo de la sociedad Ychsma.
Al respecto, las investigaciones
realizadas por el arqueólogo Rafael Segura Llanos en el Conjunto Tello de
Cajamarquilla han arrojado datos muy interesantes sobre la naturaleza festiva y
ritual de los trabajos que se desarrollaron en este lugar durante sus
diferentes momentos constructivos. A partir de esta valiosa información, se
pueden analizar una serie de hechos vinculados con la vida de los habitantes de
esta parte del valle del Rímac en un período que comprende más de 1,000 años de
existencia, tal como analizamos en este artículo.
Restos de una amplia calle al interior del complejo arqueológico de Cajamarquilla. Foto: Lizardo Tavera en: http://www.arqueologiadelperu.com.ar/cajamarquilla.htm |