lunes, 11 de febrero de 2013

Religiosidad y orden dual desde los orígenes de la Civilización Andina

Diversos autores se han referido a la importancia de revisar con nuevos criterios los conceptos de unidad y dualidad desarrollados por la cosmovisión andina durante los últimos milenios. En líneas generales, y como lo resalta la bibliografía especializada en las últimas décadas, se podría mencionar que la clave interpretativa del mundo andino en este eje vertebrador de su pensamiento se encuentra en el hecho de concebir que la unidad sólo se expresa a través de una categoría dual.
Así, a través de la revisión de diversos mitos milenarios recogidos por diferentes fuentes escritas, se puede encontrar que el fundamento del orden andino en el universo no reside precisamente en la unidad al estilo del pensamiento occidental tradicional sino, muy por el contrario, en la visión de la dualidad como soporte básico y natural de la naturaleza. De esta forma, se concibe que todo lo que existe forma parte de una pareja que lo origina y lo recrea, careciendo de sentido, por ejemplo, considerar a las personas de forma individual y aislada, fuera de su “ayllu” y de su ancestral sentido de interdependencia y colectividad con las demás personas. Esta visión se erigió, probablemente, en el eje vertebrador del desarrollo civilizatorio en esta parte del planeta desde hace 5,000 años, tal como se plantea en este artículo.
 
El valle de Supe, capital del Estado de Supe hace 5,000 años. La ancestral cosmovisión andina de dualidad y orden ya estaba presente desde estas lejanas épocas, hecho que se evidencia en la distribución espacial de sus ciudades y en la profunda religiosidad de sus principales edificaciones. Foto: Guido Mendoza, diciembre de 2012
 

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